Al Comienzo del Camino
La leyenda personal no es tan simple como parece. Al contrario, puede ser una actividad peligrosa. Cuando queremos algo, ponemos en marcha energías poderosas, y ya no podemos ocultarnos el verdadero sentido de nuestras vidas.
Cuando queremos algo, escogemos el precio que vamos a pagar.
Seguir un sueño tiene un precio. Puede exigir que abandonemos viejos hábitos, puede hacernos pasar dificultades, tener decepciones, etc.
Pero, por alto que sea ese precio, nunca es tan alto como el que paga el que no vivió su leyenda personal. Porque éstos un día van a mirar hacia atrás, ver todo lo que hicieron y escuchar a su corazón decir:" He desperdiciado mi vida".
Créanme, esa es una de las peores frases que alguien puede oír.
Desde la comarca (nuevo hogar permanente),
Alvaro J.