Monday, November 05, 2007

Anchimalén



En el Sur, en el primer gran quiebre de nuestra compleja y accidentada geografía, vive una mujer sabia, estudiosa, conocedora, amable, verdadera.


Ahí, en ese lugar lejano, se genera un espacio de aceptación, de reflejo, de verdad, de autoconocimiento y autoobservación, un camino de encuentro con nuestra propia sabiduría interna, con nuestro propio equilibrio.

De la mano de Nana, de Pato, Norma y María José y en medio de un pasaje y un grupo de gente maravillosa, me atreví a atravesar por aquellas calles de la ciudad que siempre evito, a mirar esas vitrinas de esas tiendas que no me gusta mirar, a salirme de la flojera y la comodidad de la inercia cotidiana, a entender, comprender y acoger antes de juzgar y quejar, a mirarme, mirar y dejarme mirar sin tapujos, sin prejuicios son porqués.


Una experiencia maravillosa, amigos, colegas, creo que todos los que nos dedicamos a la gente, ya sea en terapia o no, gestálticos o no, conocedores de lo que hace la Nana o no, deberíamos darnos la oportunidad de pasar por esta experiencia, de abandonar la cabeza un rato.


Creo que necesitaré un par de días más para procesar la experiencia (yo y mi cabeza siempre), esto dará para varios escritos mas...


De nuevo desde la Comarca...

Alvaro J.