Sunday, March 05, 2006

Un encuentro Íntimo…Conmigo Mismo.

“Tienes que ordenar ese cajón”… “¿Cuándo vas a ordenar ese cajón?”… “mañana vas a ordenar ese cajón”… Venía escuchando frases como esa desde hace por lo menos cuatro años. Es que ese cajón, al cual un día llamé “mi inconsciente”, estuvo abandonado durante años. Está en mi pieza, y por mucho tiempo me dediqué sólo a llenarlo de cosas, nunca a ordenarlas, quizá por flojera, quizá por falta de valentía.
Pero entre tanta ociosidad que me regaló el verano, me decidí a tomar ese famoso cajón y darle la revisada que se merecía. Qué sorpresa. No sólo fue encontrarme con objetos, revistas, recortes de antiguos diarios, mis primeros intentos de poesía y canciones, regalos de gente que quise mucho y antiguos escritos míos. También fue encontrarme con sensaciones que se me estaban olvidando, emociones que fueron mías y que por efecto del tiempo y de las elecciones que vamos haciendo en la vida estaban pasando a un plano mas relegado. Fue una especie de viaje. Me acordé de cómo percibía muchas cosas en mi época de liceano, y las pseudoteorías psicológicas que elaboraba al respecto, esa picazón en la guatita cuando iba a comprar la última revista de la editorial Perfil (se me cayó el carné con eso), esa manía que tenía por poner una cassette de algún grupo y sacar todas las canciones (eso fue bueno, encontré transcripciones que me daría flojera hacer ahora), algunos temas que me interesaban mucho y que no recuerdo cómo fueron desinteresándome, y mucho más. Lo más bonito fue encontrarme con todas esas palabras que uno dice y expresa sintiéndolas a fondo, pero que con el tiempo sólo llegan a ser eso: palabras que quedaron en algún papel, en alguna carta. Pienso que esas cosas que vamos guardando quedan ahí para recordarnos lo que fuimos, lo que sentimos, para no olvidarnos de donde venimos, a la vez de recordarnos cómo nuestras emociones y sentimientos pueden evolucionar y transformarse, cosas que fueron profundas y que pensamos que serían duraderas se van disolviendo en los mares del tiempo y de las experiencias nuevas, dando paso a lo nuevo.
Les recomiendo el ejercicio; leer con mucho cuidado todo lo que encuentres acordarse de lo que sentíamos mientras lo escribíamos, que nos pasaba en la vida que nos llevó a expresarnos así. Por lo menos para mí fue bueno.
Desde el recuerdo,
Alvaro.

PD: Ahora está ordenado, sé donde están cada una de las cosas, gracias Mamá, a veces adoro que seas tan hinchapelotas.

2 Comments:

Blogger neuma said...

jaja,
ese ejercicio de leer papeles olvidados a mi me suele suceder...

Bueno, como dije en el post anterior, es bueno ver que sus ojos se situan desde el presente para mirar el pasado, y que no se siga mordiendo la cola. Saludos

2:35 PM  
Blogger neuma said...

Amigo, respecto a lo actual: converse con una mujer que considere sabia, se lo recomiendo, despues decida...

Un ABRAZO

9:27 AM  

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